¿Hay algo más nuestro que los refranes? En la cultura hispánica, la sabiduría popular y los refranes recorren el ancho y el largo de nuestro país: refranes sobre el tiempo, sobre el pan, sobre la alimentación, sobre el comportamiento y, cómo no, ¡sobre el pescado!

Queremos hablaros de uno muy curioso: hay que comer sardinas en los meses que no contengan erre: mayo, junio, julio y agosto.

El pescado azul es saludable

Lo primero que queremos deciros es que podéis estar tranquilos: comer sardinas de septiembre a abril no tiene nada de malo. De hecho, es muy bueno ya que contienen proteínas, ácidos grasos omega 3, fósforo, selenio, yodo, vitamina B12, B6, niacina y vitamina D.

Entonces, ¿qué tiene de verdad este dicho y por qué se ha conservado?

Podemos hablar de dos razones:

• Antes de los años 40, los sistemas de refrigeración no son los que conocemos ahora, por lo que el calor de los meses de verano hacía que el pescado se pusiera malo y pudiera ocasionar algún problema digestivo si se consumía.
• Por otro lado, la temporada de pesca de la sardina se corresponde con estos meses, ya que tiene lugar en verano. Durante los meses de la época estival las aguas están más cálidas y el plancton abunda, lo que a las sardinas les encanta, ya que se alimentan de este pequeño organismo.
  Al estar bien alimentadas, tienen más grasa y, por lo tanto, más sabor y aroma.

Ahora que ya conoces las razones, no tienes excusa para no comer sardinas durante los próximos meses. En El Pescador de Villagarcía tienes una amplia selección de productos en conserva y ahumados donde podrás disfrutar de estos manjares como si estuvieran recién pescados en verano. ¿Te animas?